Para San Pedro de Mérida con lo que queráis.
Desde San Pedro te entrego, las estrofas de
un juglar, que en pergaminos anota, la lirica
de amistad, que nuestras substancias notan.
CASARSE O QUERERSE
Arrodillado rogaba
al ansia con que me miras,
previniendo que tu celo
el amor probara en mí.
A buscarte vine aquí
con riesgo de no encontrarte,
pero en nada lo apreciaste,
mi sagrado y fiero amor,
cumpliendo estoy un deber
y este me lo impuse yo.
El misterio de casarse,
es impulso igual al mío,
fue por tu libre albedrio
con los que quieres soñar.
Como los que saben querer
al casorio van también,
amores consignas den
a su entrega y su calor,
más hay esposo mejor
que mi persona a tus pies.
El marido valeroso
que se casa por la iglesia,
voluntario de esa gloria,
recoge lo que le dejan.
Corona de laurel blanco
de gratitud muy carnal
que con las venias de amar
mi nombre contigo ande.
No existe aureola más grande
teñida en alma de amor,
que consentir mi pasión
y dejar de atormentarte.
Los casorios y latines
no garantizan la entrega,
porque la vida es pasión
sin ritos ni malas lenguas.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
24de febrero de 2011
Desde San Pedro te entrego, las estrofas de
un juglar, que en pergaminos anota, la lirica
de amistad, que nuestras substancias notan.
CASARSE O QUERERSE
Arrodillado rogaba
al ansia con que me miras,
previniendo que tu celo
el amor probara en mí.
A buscarte vine aquí
con riesgo de no encontrarte,
pero en nada lo apreciaste,
mi sagrado y fiero amor,
cumpliendo estoy un deber
y este me lo impuse yo.
El misterio de casarse,
es impulso igual al mío,
fue por tu libre albedrio
con los que quieres soñar.
Como los que saben querer
al casorio van también,
amores consignas den
a su entrega y su calor,
más hay esposo mejor
que mi persona a tus pies.
El marido valeroso
que se casa por la iglesia,
voluntario de esa gloria,
recoge lo que le dejan.
Corona de laurel blanco
de gratitud muy carnal
que con las venias de amar
mi nombre contigo ande.
No existe aureola más grande
teñida en alma de amor,
que consentir mi pasión
y dejar de atormentarte.
Los casorios y latines
no garantizan la entrega,
porque la vida es pasión
sin ritos ni malas lenguas.
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
24de febrero de 2011