Hoy se podría definir el progreso como la facultad de la humanidad para complicar lo sencillo.
Pocos hay viejos y dichosos.
La vejez es un tirano que prohíbe bajo pena de muerte, todos los placeres de la juventud.
La vejez nos arrebata lo que hemos heredado y nos da lo que hemos merecido.
Si los amantes del vino y del amor van al infierno..., vacío debe estar el paraíso.