Talarrubias es un
pueblo de llano, un centro campesino de notable entidad donde todavía se conservan las huellas del señorío que secularmente lo distinguió.
Su término municipal es el mayor de todo el territorio. En los últimos tiempos ha experimentado un considerable desarrollo, y con sus casi 4.000 habitantes, es, junto con
Herrera del Duque, el centro más populoso de la Siberia.
Adquiere su título de villa en 1635.
Su
historia es antigua, remontándonos al Paleolítico, donde encontramos pinturas rupestres esquemáticas en los abrigos de La Panda.
Hacia el s. XV se produce un florecimiento económico de la villa que conduce a la construcción de la
Iglesia de Sta. Catalina.
La tradicional
barca mediante la que hasta tiempo reciente debía atravesarse el Guadiana por este punto, haciendo de la localidad punto estratégico en las comunicaciones de la zona, fue sustituida hace unas décadas por un
puente que, salvando la cola del
pantano de Orellana, abrió la comunicación directa de Talarrubias con
Casas de Don Pedro, y a su través, de los diversos ámbitos de la comarca entre sí, lo que significó u impulso decisivo para la expansión y florecimiento de la localidad.
En el presente, su proximidad a los
pantanos de
Puerto Peña, Orellana y La Serena, hacen de esta población un enclave estratégico de primer orden en la encrucijada de las
aguas.
Talarrubias es un pueblo de llano, situado en el centro del espacio que delimitan los
ríos Guadiana y Zújar y las Sierras de los Golondrinos y las
Chimeneas. Se trata de un centro campesino de notable entidad donde todavía se conservan las huellas del señorío que secularmente lo distinguió. Su término municipal es el mayor de todo el territorio. En los últimos tiempos ha experimentado un considerable desarrollo, y con sus 4.000 habitantes, es, junto con Herrera del Duque, el centro más populoso de la Siberia. Adquiere su título de villa en 1635. Su historia es antigua, remontándonos al Paleolítico, donde encontramos pinturas rupestres esquemáticas en los abrigos de La Panda. Hacia el s. XV se produce un florecimiento económico de la villa que conduce a la construcción de la Iglesia de Sta. Catalina. La tradicional barca mediante la que hasta tiempo reciente debía atravesarse el Guadiana por este punto, haciendo de la localidad punto estratégico en las comunicaciones de la zona, fue sustituida hace unas décadas por un puente que, salvando la cola del pantano de Orellana, abrió la comunicación directa de Talarrubias con Casas de Don Pedro, y a su través, de los diversos ámbitos de la comarca entre sí, lo que significó un impulso decisivo para la expansión y florecimiento de la localidad. En el presente, su proximidad a los pantanos de Puerto Peña, Orellana y La Serena, hacen de esta población un enclave estratégico de primer orden en la encrucijada de las aguas. Tal circunstancia queda oportunamente reflejada en la alegórica
fuente que preside la
plaza central del pueblo.