Tengo ganas de visitar
Peloche, y es posible que lo haga dentro de poco. Me gustan los
pueblos pequeños, de poca población, tranquilos, donde la vida es muy familiar y de
amistad y sobre todo el trato con gentes campechana, escuchar sus historias, su pasado, del vecino que marchó y no volvió o de otros que sí lo hicieron, de tomar esas
comidas caseras que no se suelen hacer en grandes ciudades, ese vino o ese aceite de pura cosecha, esos dulces caseros, esa chacina de
matanza casera, etc. Todo eso
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