Los políticos no son las acémilas. Mas bien serían los acemileros. Conductores de ignorantes bestias de carga que soportan en sus lomos sus caprichos.
La ignorancia nos pierde y consentimos atrocidades como esta. Con semejantes representantes tenemos lo que nos merecemos.
La ignorancia nos pierde y consentimos atrocidades como esta. Con semejantes representantes tenemos lo que nos merecemos.