Tenía yo 9 ó 10 años, cuando mi padre fué a realizar su trabajo con la empresa que se dedicaba a las canalizaciones del llamado "Plan Badajoz". Corría el año 1959.
Recuerdo que llegamos, desde Mérida, mis padres y mis 4 hermanos mas pequeños que yo.
Permanecimos en Talavera durante un par de años y, a pesar del tiempo transcurrido, aún conservo en la memoria muchos recuerdos, tanto del pueblo como de algunas pesonas.
Nos alojábamos en una casa de planta baja que mi padre alquiló a una familia que también ea propietaria de un cine. Creo que le apodaban Los Machas, una gente muy cariñosa y muy buenas personas. Solo recuerdo al hijo menor, de edad aproximada a la mía y que se llamaba Antoñito. Jejejeje. Un peligro andante, a juego conmigo.
Recuerdo que mi padre me matriculó en 1ºde Bachillerato. El profesor, que atendía por Don Modesto, vivía con su familia en la planta baja de la casa donde estaba ubicada la escuela.
Recuerdo con mucho cariño a una chica que era un par de años mayor que yo, guapa, guapa, guapa, Carmen, (La del estanco), simpática dónde las hubiese, pero mi primer amor platónico fué una niña que se llamaba Valentina.
Me encantaba mirar a Valentina, con su vestido de lacito azul y llevando de la mano a su hermanita pequeña paseando por la Plaza de España.
Recuerdo el olor a tomate maduro que inundaba el pueblo cada verano. El picor del polvillo de la paja que se desprendía al introducirla a golpe de viergo en los pajares.
Recuerdo haber conseguido mis primeras perrilas pasando notitas manuscritas por los soldados de la base aéra y que yo, previo petición y pago del servicio, dirigía a la moza elegida entre el ramillete que, sentadas en la otra parte de la plaza, cuchilleaban sobre el aspecto de los admiradores.
Creo que, gracias a mis servicios de mensajero del amor, una pareja se consolidó en matrimonio. La chica andaría por los 20 años en aquella época, era muy guapa. El soldado..... pues, era simpático, pero como de belleza masculina, ni entendía, ni me interesaba, no puedo recordar si era guapo o feillo, aunque apostaría que debía ser un guaperas.
El caso es que tras dos o tres domingos de no parar de llevar y traer notitas, le dije al soldado que era mejor que todo eso de las "notitas" se lo dijese a la chica en persona. Y a ella le dije lo mismo. Lástima de no recordar ya los nombres de ambos escribientes. Total que con permiso de ella, acompañé al mozo hasta donde ella estaba sentada con sus amigas y realicé las presentaciones con la mayor seriedad que pude.
Así acabé con el trajín de la mensajería que me robaba demasiado tiempo para tan pocos cuartos.
Pienso que se casarían porque al poco tiempo de las presentaciones ya iban cogidos de la mano y cuando me cruzaba con ellos siempre tenían para mí su sonrisa mas bonita y una caricia en mi cabeza loca. ¡Creo que hasta hacían buena pareja.!
Mi mejor amigo era Jesus Pertegal, con inmerecida fama de "randa", "buena pieza" y demás calificativos con que los mayores tildan a los niños que no son aptos a su filosofía del ordeno y mando.
¡Que tiempos aquellos!. Nunca olvidaré a Talavera.
Recuerdo que llegamos, desde Mérida, mis padres y mis 4 hermanos mas pequeños que yo.
Permanecimos en Talavera durante un par de años y, a pesar del tiempo transcurrido, aún conservo en la memoria muchos recuerdos, tanto del pueblo como de algunas pesonas.
Nos alojábamos en una casa de planta baja que mi padre alquiló a una familia que también ea propietaria de un cine. Creo que le apodaban Los Machas, una gente muy cariñosa y muy buenas personas. Solo recuerdo al hijo menor, de edad aproximada a la mía y que se llamaba Antoñito. Jejejeje. Un peligro andante, a juego conmigo.
Recuerdo que mi padre me matriculó en 1ºde Bachillerato. El profesor, que atendía por Don Modesto, vivía con su familia en la planta baja de la casa donde estaba ubicada la escuela.
Recuerdo con mucho cariño a una chica que era un par de años mayor que yo, guapa, guapa, guapa, Carmen, (La del estanco), simpática dónde las hubiese, pero mi primer amor platónico fué una niña que se llamaba Valentina.
Me encantaba mirar a Valentina, con su vestido de lacito azul y llevando de la mano a su hermanita pequeña paseando por la Plaza de España.
Recuerdo el olor a tomate maduro que inundaba el pueblo cada verano. El picor del polvillo de la paja que se desprendía al introducirla a golpe de viergo en los pajares.
Recuerdo haber conseguido mis primeras perrilas pasando notitas manuscritas por los soldados de la base aéra y que yo, previo petición y pago del servicio, dirigía a la moza elegida entre el ramillete que, sentadas en la otra parte de la plaza, cuchilleaban sobre el aspecto de los admiradores.
Creo que, gracias a mis servicios de mensajero del amor, una pareja se consolidó en matrimonio. La chica andaría por los 20 años en aquella época, era muy guapa. El soldado..... pues, era simpático, pero como de belleza masculina, ni entendía, ni me interesaba, no puedo recordar si era guapo o feillo, aunque apostaría que debía ser un guaperas.
El caso es que tras dos o tres domingos de no parar de llevar y traer notitas, le dije al soldado que era mejor que todo eso de las "notitas" se lo dijese a la chica en persona. Y a ella le dije lo mismo. Lástima de no recordar ya los nombres de ambos escribientes. Total que con permiso de ella, acompañé al mozo hasta donde ella estaba sentada con sus amigas y realicé las presentaciones con la mayor seriedad que pude.
Así acabé con el trajín de la mensajería que me robaba demasiado tiempo para tan pocos cuartos.
Pienso que se casarían porque al poco tiempo de las presentaciones ya iban cogidos de la mano y cuando me cruzaba con ellos siempre tenían para mí su sonrisa mas bonita y una caricia en mi cabeza loca. ¡Creo que hasta hacían buena pareja.!
Mi mejor amigo era Jesus Pertegal, con inmerecida fama de "randa", "buena pieza" y demás calificativos con que los mayores tildan a los niños que no son aptos a su filosofía del ordeno y mando.
¡Que tiempos aquellos!. Nunca olvidaré a Talavera.
Amigo Pablo: Te acuerdas mucho de Talavera la Real y de algunos/as de sus habitantes, pero poco interés demuestras al NO responder, ni tan siquiera abrir y leer esta maravillosa página. Pablo V. M., creo y espero no estar confundido, a pesar que tambien recuerdo muchos y buenos pasajes de nuestra infancia, por ejemplo "cuando íbamos a bañarnos a la rivera Los Limonetes, en el charco denominado de Murillo y Los Pollos", entonces el agua no estaba contaminada y se podía hacer uso de la misma sin ningún peligro ¿QUE PENA? hoy no podemos gozar de esa maravillosa rivera a su paso por éste pueblo.