No falto a mi cita con la luna,
que entre la estrellas de tu cielo
recorre presurosa y oportuna
mi corazón que arde en el hielo.
Y cuando anochece tu sonrisa,
me quedo un rato más a contemplar
el rocío que, como la brisa,
me trae recuerdos tuyos y del mar. He muerto y he resucitado
con mis cenizas un árbol he plantado,
su fruto ha dado,
y desde hoy algo ha empezado.
He roto todos mis poemas,
los de tristezas y de penas,
lo he pensado y hoy sin dudar
vuelvo a tu lado.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado
en otra vida,
en otro mundo,
pero a tu lado.
Ya no persigo sueños rotos,
los he cosido con el hilo de tus ojos,
y te he cantado al son de acordes
aún no inventados.
Ayúdame y te habré ayudado
que hoy he soñado
en otra vida,
en otro mundo,
pero a tu lado.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado
en otra vida,
en otro mundo,
pero a tu lado.
Ya no persigo sueños rotos,
los he cosido con el hilo de tus ojos,
y te he cantado al son de acordes
aún no inventados.
Ayúdame y te habré ayudado
que hoy he soñado
en otra vida,
en otro mundo,
pero a tu lado.
No hay valles que no tengan un amanecer
de colores mil, de sabores cien;
no hay manos que no tengan un recuerdo
de unos labios dormidos,
de unos ojos acariciados;
no hay un corazón que no haya llorado y reido
por estar libre o aprisionado
de los dulces brazos de un sueño.
Un saludo:
que entre la estrellas de tu cielo
recorre presurosa y oportuna
mi corazón que arde en el hielo.
Y cuando anochece tu sonrisa,
me quedo un rato más a contemplar
el rocío que, como la brisa,
me trae recuerdos tuyos y del mar. He muerto y he resucitado
con mis cenizas un árbol he plantado,
su fruto ha dado,
y desde hoy algo ha empezado.
He roto todos mis poemas,
los de tristezas y de penas,
lo he pensado y hoy sin dudar
vuelvo a tu lado.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado
en otra vida,
en otro mundo,
pero a tu lado.
Ya no persigo sueños rotos,
los he cosido con el hilo de tus ojos,
y te he cantado al son de acordes
aún no inventados.
Ayúdame y te habré ayudado
que hoy he soñado
en otra vida,
en otro mundo,
pero a tu lado.
Ayúdame y te habré ayudado,
que hoy he soñado
en otra vida,
en otro mundo,
pero a tu lado.
Ya no persigo sueños rotos,
los he cosido con el hilo de tus ojos,
y te he cantado al son de acordes
aún no inventados.
Ayúdame y te habré ayudado
que hoy he soñado
en otra vida,
en otro mundo,
pero a tu lado.
No hay valles que no tengan un amanecer
de colores mil, de sabores cien;
no hay manos que no tengan un recuerdo
de unos labios dormidos,
de unos ojos acariciados;
no hay un corazón que no haya llorado y reido
por estar libre o aprisionado
de los dulces brazos de un sueño.
Un saludo: