En el espacio que ocupa esta
plaza estuvo situada la antigua
iglesia de
San Andrés, demolida en el siglo XIX. En el centro de la plaza, con un bellísimo adoquinado de
tradición portuguesa como motivos geométricos, se alzó en 1930 la
escultura del pintor Zurbarán, obra del afamado artista de Alburquerque Aurelio
Cabrera. En esta plaza se ubican varios
edificios en los que destacan sus
fachadas de estilo ecléctico de la primera mitad del siglo XX, como la
Casa Puebla o el
Hotel Cervantes.