Su origen podria ser
romano, pues prueba de ello se consideran restos de una fortísima
torre, que seguramente fuera la del
homenaje de la
casa fuerte santiaguista, erigida en el lugar en el siglo XV, por el comendador Alonso de Cárdenas. El topónimo del núcleo se cree que se debe a que después de ser destruido por los árabes, éstos mismos lo repoblarían con gentes de la región levantina. En época cristiana el lugar pasó a pertenecer a la Orden de los Templarios, cuyos caballeros levantaron, según la
tradición, la casa fuerte torreada primitiva, que da nombre al asentamiento. Más tarde, el enclave pasó a dominio santiaguista como posesión dependiente de la jurisdicción de
Reina, dentro de la Encomienda Mayor de
León, reservándose en la misma la Mesa Maestral la dehesa de Bercial. En la torre de la casa fuerte santiaguista, única realmente documentada, permaneció encerrado durante más de veinte años -1569 a 1590- por orden de Felipe II, el caballero llerenense Luis de Zapata, escribiendo en ella durante el cautiverio su conocido Libro de Cetrería. Antes de ser encarcelado en 1566, el personaje había publicado ya otras obras, como la Miscelánea, el Carlo Famoso, o la Epístola ad Pisones, de Horacio.