Supongo que todos hemos sentido alguna vez esa extraña sensación de culpabilidad. Pues yo la sentí ayer al enterarme de la muerte de Antonio. Conozco a Antonio desde que, de pequeño, nos llevaba a Hornachos a jugar al fútbol sala. Siempre tuvimos una relación muy cordial, es más, si lo pienso detenidamente, mis sentimientos hacia él eran de cariño. Luego llegó lo de la Alcaldía y algunas discrepancias con él. En verdad nada serio. Tonterías. Pero ahora sientes que has puesto un granito de arena en su montaña de preocupaciones. Y si bien es cierto que hace tres días fue la última vez que le sugerí que dejase la política y dedicase su tiempo a cualquier otra actividad, también lo es que no deja de pesarme el haber contribuido alguna vez a que se disgustase.
Está claro que la muerte forma parte diaria de nuestras vidas, pero es indudable que hay muertes que te golpean más que otras y hacen que te pares un poco a darle a las cosas el valor que verdaderamente tienen. Y hoy pienso, sin duda, que tuvieron mucho más valor en mi vida los momentos agradables que pude compartir con Antonio, que el mayor de los problemas que pudiera tener con el Alcalde. Estoy seguro que allá donde haya ido Antonio ya estará manos a la obra creando una asociación, organizando algún equipo de futbol para chavales, escribiendo su poesías o haciendo cualquier cosa que implique preocupaciones... así, decía él mismo, que es feliz. En fin... muchísimo ánimo para su familia, especialmente para su esposa e hijos.
Está claro que la muerte forma parte diaria de nuestras vidas, pero es indudable que hay muertes que te golpean más que otras y hacen que te pares un poco a darle a las cosas el valor que verdaderamente tienen. Y hoy pienso, sin duda, que tuvieron mucho más valor en mi vida los momentos agradables que pude compartir con Antonio, que el mayor de los problemas que pudiera tener con el Alcalde. Estoy seguro que allá donde haya ido Antonio ya estará manos a la obra creando una asociación, organizando algún equipo de futbol para chavales, escribiendo su poesías o haciendo cualquier cosa que implique preocupaciones... así, decía él mismo, que es feliz. En fin... muchísimo ánimo para su familia, especialmente para su esposa e hijos.