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VALENCIA DEL MOMBUEY: PARA LOS QUE NO SEPAN DONDE SE ENCUENTRAN LOS "LETREROS...

PARA LOS QUE NO SEPAN DONDE SE ENCUENTRAN LOS "LETREROS DE NIJATA"
Salimos de Valencia por la carretera hacia Oliva y al llegar al km. 13'400, aproximadamente, parte a la izquierda de la carretera una pista, sin asfaltar, que se dirige a Zahinos.
Unos pocos metros más adelante, a la derecha de la carretera, parte un camino que permite el paso de vehículos y que se dirige hacia las inmediaciones de la "Cañada de Valuengo. Pues bien, continuamos por este camino; subimos una pequeña pendiente que comienza a bajar a unos trescientos metros de la carretera y cuando llevamos recorrido un kilómetro, aproximadamente, desde el inicio del camino, llegamos a una pequeña vaguada en la que existe un pozo que está al mismo borde del camino, tanto que podríamos afirmar que sin bajarnos del vehículo no resultaría muy dificil sacar agua del pozo. Este pozo no sé la antigüedad que tendrá, pero lo que sí puedo asegurar, sin lugar a dudas, es que en el año 1953 ya existía.
Continuamos por el camino y cuando llevamos recorrido un kilómetro, aproximadamente, a partir del pozo, llegamos a otra vaguada por la que discurre un arroyuelo, que si no nos fijamos bien, pudiera pasarnos desapercibido. Pues bien, nos paramos en el mismo y podremos observar que a la izquierda del camino parte una vereda o senda que también permite el paso de un vehículo y por la que, subiendo una ligera pendiente, podemos llegar hasta una pequeña casa, distante unos 200 metros, que en el año 1953, era de uno llamado Manuel Gamero, que tenía tres hijos y una hija, a cuya familia apodaban "Jarillas".
Siguiendo el pequeño arroyuelo, a la derecha de donde parte la vereda o senda y cuando llevamos recorridos unos 150 metros, a unos 40 metros a la derecha del arroyo, podemos observar varias piedras, las únicas que hay en las proximidades a la derecha del arroyo, en las que podemos observar algunos "grabados" en la roca.
A la izquierda del arroyo, a unos treinta metros, veremos las ruinas de un pequeño edificio, que no es más que los restos de un horno de cocer ladrillos y que en el año 1953, estaba prácticamente en las mismas condiciones de conservación que en la actualidad se encuentra.
Al Sur del citado horno y a unos treinta metros del mismo, hay varias encinas y un pequeño grupo de rocas que se prolongan en dirección Este y al final existen varias rocas planas en las que, en las caras que dan al Sur, podemos observar los "Letreros" que, en la actualidada están muy deteriorados y en algunos casos hay que echar bastante imaginación para apreciar su existencia cuando en el año 1953 eran perfectamente visibles.
Por eso, desde aquí, me permito hacer una llamada de atención a quien corresponda para que, si fuera posible, tratara de poner alguna verja alrededor de las piedras, como existen en otros lugares, a fin de evitar que nadie, (personas o animales) puedan tener contacto directo con los grabados lo que, sin dudas, contrubuiría a preservarlos dado que, en caso contrario, dentro de no muchos años serán del todo irreconocibles.
Un admirador de Valencia y de su gente.

PARA LOS QUE NO SEPAN DONDE SE ENCUENTRAN LOS "LETREROS DE NIJATA"
Salimos de Valencia por la carretera hacia Oliva y al llegar al km. 13'400, aproximadamente, parte a la izquierda de la carretera una pista, sin asfaltar, que se dirige a Zahinos.
Unos pocos metros más adelante, a la derecha de la carretera, parte un camino que permite el paso de vehículos y que se dirige hacia las inmediaciones de la "Cañada de Valuengo. Pues bien, continuamos por este camino; subimos una pequeña pendiente que comienza a bajar a unos trescientos metros de la carretera y cuando llevamos recorrido un kilómetro, aproximadamente, desde el inicio del camino, llegamos a una pequeña vaguada en la que existe un pozo que está al mismo borde del camino, tanto que podríamos afirmar que sin bajarnos del vehículo no resultaría muy dificil sacar agua del pozo. Este pozo no sé la antigüedad que tendrá, pero lo que sí puedo asegurar, sin lugar a dudas, es que en el año 1953 ya existía.
Continuamos por el camino y cuando llevamos recorrido un kilómetro, aproximadamente, a partir del pozo, llegamos a otra vaguada por la que discurre un arroyuelo, que si no nos fijamos bien, pudiera pasarnos desapercibido. Pues bien, nos paramos en el mismo y podremos observar que a la izquierda del camino parte una vereda o senda que también permite el paso de un vehículo y por la que, subiendo una ligera pendiente, podemos llegar hasta una pequeña casa, distante unos 200 metros, que en el año 1953, era de uno llamado Manuel Gamero, que tenía tres hijos y una hija, a cuya familia apodaban "Jarillas".
Siguiendo el pequeño arroyuelo, a la derecha de donde parte la vereda o senda y cuando llevamos recorridos unos 150 metros, a unos 40 metros a la derecha del arroyo, podemos observar varias piedras, las únicas que hay en las proximidades a la derecha del arroyo, en las que podemos observar algunos "grabados" en la roca.
A la izquierda del arroyo, a unos treinta metros, veremos las ruinas de un pequeño edificio, que no es más que los restos de un horno de cocer ladrillos y que en el año 1953, estaba prácticamente en las mismas condiciones de conservación que en la actualidad se encuentra.
Al Sur del citado horno y a unos treinta metros del mismo, hay varias encinas y un pequeño grupo de rocas que se prolongan en dirección Este y al final existen varias rocas planas en las que, en las caras que dan al Sur, podemos observar los "Letreros" que, en la actualidada están muy deteriorados y en algunos casos hay que echar bastante imaginación para apreciar su existencia cuando en el año 1953 eran perfectamente visibles.
Por eso, desde aquí, me permito hacer una llamada de atención a quien corresponda para que, si fuera posible, tratara de poner alguna verja alrededor de las piedras, como existen en otros lugares, a fin de evitar que nadie, (personas o animales) puedan tener contacto directo con los grabados lo que, sin dudas, contrubuiría a preservarlos dado que, en caso contrario, dentro de no muchos años serán del todo irreconocibles.
Un admirador de Valencia y de su gente.

PARA LOS QUE NO SEPAN DONDE SE ENCUENTRAN LOS "LETREROS DE NIJATA"
Salimos de Valencia por la carretera hacia Oliva y al llegar al km. 13'400, aproximadamente, parte a la izquierda de la carretera una pista, sin asfaltar, que se dirige a Zahinos.
Unos pocos metros más adelante, a la derecha de la carretera, parte un camino que permite el paso de vehículos y que se dirige hacia las inmediaciones de la "Cañada de Valuengo. Pues bien, continuamos por este camino; subimos una pequeña pendiente que comienza a bajar a unos trescientos metros de la carretera y cuando llevamos recorrido un kilómetro, aproximadamente, desde el inicio del camino, llegamos a una pequeña vaguada en la que existe un pozo que está al mismo borde del camino, tanto que podríamos afirmar que sin bajarnos del vehículo no resultaría muy dificil sacar agua del pozo. Este pozo no sé la antigüedad que tendrá, pero lo que sí puedo asegurar, sin lugar a dudas, es que en el año 1953 ya existía.
Continuamos por el camino y cuando llevamos recorrido un kilómetro, aproximadamente, a partir del pozo, llegamos a otra vaguada por la que discurre un arroyuelo, que si no nos fijamos bien, pudiera pasarnos desapercibido. Pues bien, nos paramos en el mismo y podremos observar que a la izquierda del camino parte una vereda o senda que también permite el paso de un vehículo y por la que, subiendo una ligera pendiente, podemos llegar hasta una pequeña casa, distante unos 200 metros, que en el año 1953, era de uno llamado Manuel Gamero, que tenía tres hijos y una hija, a cuya familia apodaban "Jarillas".
Siguiendo el pequeño arroyuelo, a la derecha de donde parte la vereda o senda y cuando llevamos recorridos unos 150 metros, a unos 40 metros a la derecha del arroyo, podemos observar varias piedras, las únicas que hay en las proximidades a la derecha del arroyo, en las que podemos observar algunos "grabados" en la roca.
A la izquierda del arroyo, a unos treinta metros, veremos las ruinas de un pequeño edificio, que no es más que los restos de un horno de cocer ladrillos y que en el año 1953, estaba prácticamente en las mismas condiciones de conservación que en la actualidad se encuentra.
Al Sur del citado horno y a unos treinta metros del mismo, hay varias encinas y un pequeño grupo de rocas que se prolongan en dirección Este y al final existen varias rocas planas en las que, en las caras que dan al Sur, podemos observar los "Letreros" que, en la actualidada están muy deteriorados y en algunos casos hay que echar bastante imaginación para apreciar su existencia cuando en el año 1953 eran perfectamente visibles.
Por eso, desde aquí, me permito hacer una llamada de atención a quien corresponda para que, si fuera posible, tratara de poner alguna verja alrededor de las piedras, como existen en otros lugares, a fin de evitar que nadie, (personas o animales) puedan tener contacto directo con los grabados lo que, sin dudas, contrubuiría a preservarlos dado que, en caso contrario, dentro de no muchos años serán del todo irreconocibles.
Un admirador de Valencia y de su gente.

PARA LOS QUE NO SEPAN DONDE SE ENCUENTRAN LOS "LETREROS DE NIJATA"
Salimos de Valencia por la carretera hacia Oliva y al llegar al km. 13'400, aproximadamente, parte a la izquierda de la carretera una pista, sin asfaltar, que se dirige a Zahinos.
Unos pocos metros más adelante, a la derecha de la carretera, parte un camino que permite el paso de vehículos y que se dirige hacia las inmediaciones de la "Cañada de Valuengo. Pues bien, continuamos por este camino; subimos una pequeña pendiente que comienza a bajar a unos trescientos metros de la carretera y cuando llevamos recorrido un kilómetro, aproximadamente, desde el inicio del camino, llegamos a una pequeña vaguada en la que existe un pozo que está al mismo borde del camino, tanto que podríamos afirmar que sin bajarnos del vehículo no resultaría muy dificil sacar agua del pozo. Este pozo no sé la antigüedad que tendrá, pero lo que sí puedo asegurar, sin lugar a dudas, es que en el año 1953 ya existía.
Continuamos por el camino y cuando llevamos recorrido un kilómetro, aproximadamente, a partir del pozo, llegamos a otra vaguada por la que discurre un arroyuelo, que si no nos fijamos bien, pudiera pasarnos desapercibido. Pues bien, nos paramos en el mismo y podremos observar que a la izquierda del camino parte una vereda o senda que también permite el paso de un vehículo y por la que, subiendo una ligera pendiente, podemos llegar hasta una pequeña casa, distante unos 200 metros, que en el año 1953, era de uno llamado Manuel Gamero, que tenía tres hijos y una hija, a cuya familia apodaban "Jarillas".
Siguiendo el pequeño arroyuelo, a la derecha de donde parte la vereda o senda y cuando llevamos recorridos unos 150 metros, a unos 40 metros a la derecha del arroyo, podemos observar varias piedras, las únicas que hay en las proximidades a la derecha del arroyo, en las que podemos observar algunos "grabados" en la roca.
A la izquierda del arroyo, a unos treinta metros, veremos las ruinas de un pequeño edificio, que no es más que los restos de un horno de cocer ladrillos y que en el año 1953, estaba prácticamente en las mismas condiciones de conservación que en la actualidad se encuentra.
Al Sur del citado horno y a unos treinta metros del mismo, hay varias encinas y un pequeño grupo de rocas que se prolongan en dirección Este y al final existen varias rocas planas en las que, en las caras que dan al Sur, podemos observar los "Letreros" que, en la actualidada están muy deteriorados y en algunos casos hay que echar bastante imaginación para apreciar su existencia cuando en el año 1953 eran perfectamente visibles.
Por eso, desde aquí, me permito hacer una llamada de atención a quien corresponda para que, si fuera posible, tratara de poner alguna verja alrededor de las piedras, como existen en otros lugares, a fin de evitar que nadie, (personas o animales) puedan tener contacto directo con los grabados lo que, sin dudas, contrubuiría a preservarlos dado que, en caso contrario, dentro de no muchos años serán del todo irreconocibles.
Un admirador de Valencia y de su gente.

PARA LOS QUE NO SEPAN DONDE SE ENCUENTRAN LOS "LETREROS DE NIJATA"
Salimos de Valencia por la carretera hacia Oliva y al llegar al km. 13'400, aproximadamente, parte a la izquierda de la carretera una pista, sin asfaltar, que se dirige a Zahinos.
Unos pocos metros más adelante, a la derecha de la carretera, parte un camino que permite el paso de vehículos y que se dirige hacia las inmediaciones de la "Cañada de Valuengo. Pues bien, continuamos por este camino; subimos una pequeña pendiente que comienza a bajar a unos trescientos metros de la carretera y cuando llevamos recorrido un kilómetro, aproximadamente, desde el inicio del camino, llegamos a una pequeña vaguada en la que existe un pozo que está al mismo borde del camino, tanto que podríamos afirmar que sin bajarnos del vehículo no resultaría muy dificil sacar agua del pozo. Este pozo no sé la antigüedad que tendrá, pero lo que sí puedo asegurar, sin lugar a dudas, es que en el año 1953 ya existía.
Continuamos por el camino y cuando llevamos recorrido un kilómetro, aproximadamente, a partir del pozo, llegamos a otra vaguada por la que discurre un arroyuelo, que si no nos fijamos bien, pudiera pasarnos desapercibido. Pues bien, nos paramos en el mismo y podremos observar que a la izquierda del camino parte una vereda o senda que también permite el paso de un vehículo y por la que, subiendo una ligera pendiente, podemos llegar hasta una pequeña casa, distante unos 200 metros, que en el año 1953, era de uno llamado Manuel Gamero, que tenía tres hijos y una hija, a cuya familia apodaban "Jarillas".
Siguiendo el pequeño arroyuelo, a la derecha de donde parte la vereda o senda y cuando llevamos recorridos unos 150 metros, a unos 40 metros a la derecha del arroyo, podemos observar varias piedras, las únicas que hay en las proximidades a la derecha del arroyo, en las que podemos observar algunos "grabados" en la roca.
A la izquierda del arroyo, a unos treinta metros, veremos las ruinas de un pequeño edificio, que no es más que los restos de un horno de cocer ladrillos y que en el año 1953, estaba prácticamente en las mismas condiciones de conservación que en la actualidad se encuentra.
Al Sur del citado horno y a unos treinta metros del mismo, hay varias encinas y un pequeño grupo de rocas que se prolongan en dirección Este y al final existen varias rocas planas en las que, en las caras que dan al Sur, podemos observar los "Letreros" que, en la actualidada están muy deteriorados y en algunos casos hay que echar bastante imaginación para apreciar su existencia cuando en el año 1953 eran perfectamente visibles.
Por eso, desde aquí, me permito hacer una llamada de atención a quien corresponda para que, si fuera posible, tratara de poner alguna verja alrededor de las piedras, como existen en otros lugares, a fin de evitar que nadie, (personas o animales) puedan tener contacto directo con los grabados lo que, sin dudas, contrubuiría a preservarlos dado que, en caso contrario, dentro de no muchos años serán del todo irreconocibles.
Un admirador de Valencia y de su gente.

PARA LOS QUE NO SEPAN DONDE SE ENCUENTRAN LOS "LETREROS DE NIJATA"
Salimos de Valencia por la carretera hacia Oliva y al llegar al km. 13'400, aproximadamente, parte a la izquierda de la carretera una pista, sin asfaltar, que se dirige a Zahinos.
Unos pocos metros más adelante, a la derecha de la carretera, parte un camino que permite el paso de vehículos y que se dirige hacia las inmediaciones de la "Cañada de Valuengo. Pues bien, continuamos por este camino; subimos una pequeña pendiente que comienza a bajar a unos trescientos metros de la carretera y cuando llevamos recorrido un kilómetro, aproximadamente, desde el inicio del camino, llegamos a una pequeña vaguada en la que existe un pozo que está al mismo borde del camino, tanto que podríamos afirmar que sin bajarnos del vehículo no resultaría muy dificil sacar agua del pozo. Este pozo no sé la antigüedad que tendrá, pero lo que sí puedo asegurar, sin lugar a dudas, es que en el año 1953 ya existía.
Continuamos por el camino y cuando llevamos recorrido un kilómetro, aproximadamente, a partir del pozo, llegamos a otra vaguada por la que discurre un arroyuelo, que si no nos fijamos bien, pudiera pasarnos desapercibido. Pues bien, nos paramos en el mismo y podremos observar que a la izquierda del camino parte una vereda o senda que también permite el paso de un vehículo y por la que, subiendo una ligera pendiente, podemos llegar hasta una pequeña casa, distante unos 200 metros, que en el año 1953, era de uno llamado Manuel Gamero, que tenía tres hijos y una hija, a cuya familia apodaban "Jarillas".
Siguiendo el pequeño arroyuelo, a la derecha de donde parte la vereda o senda y cuando llevamos recorridos unos 150 metros, a unos 40 metros a la derecha del arroyo, podemos observar varias piedras, las únicas que hay en las proximidades a la derecha del arroyo, en las que podemos observar algunos "grabados" en la roca.
A la izquierda del arroyo, a unos treinta metros, veremos las ruinas de un pequeño edificio, que no es más que los restos de un horno de cocer ladrillos y que en el año 1953, estaba prácticamente en las mismas condiciones de conservación que en la actualidad se encuentra.
Al Sur del citado horno y a unos treinta metros del mismo, hay varias encinas y un pequeño grupo de rocas que se prolongan en dirección Este y al final existen varias rocas planas en las que, en las caras que dan al Sur, podemos observar los "Letreros" que, en la actualidada están muy deteriorados y en algunos casos hay que echar bastante imaginación para apreciar su existencia cuando en el año 1953 eran perfectamente visibles.
Por eso, desde aquí, me permito hacer una llamada de atención a quien corresponda para que, si fuera posible, tratara de poner alguna verja alrededor de las piedras, como existen en otros lugares, a fin de evitar que nadie, (personas o animales) puedan tener contacto directo con los grabados lo que, sin dudas, contrubuiría a preservarlos dado que, en caso contrario, dentro de no muchos años serán del todo irreconocibles.
Un admirador de Valencia y de su gente.