Hola a todos: Mientras que hago tiempo para marcharme de fin de semana, os voy a plasmar el recuerdo que me ha venido hoy, a raíz de haber ido a comprarme unos zapatos.
He recordado al señor José el "sordo" que buen artesano era haciendo zapatos. A mi siempre me tenia surtida, recuerdo aquellas botas que casi te llegaban a las rodillas, las cuales iban acordonadas y que necesitaba casi media hora para abrochartelas, con aquellos protectores de hierro que te ponía en la punta para el desgaste de las suelas. ¿Os acordáis? esas eran para el invierno, para el verano teníamos la versión franciscano, (hoy en día Ibicencas) y que tan cómodas eras, y no había más donde elegir. Hoy con tantos modelos como hay, el trabajo es decidirte por uno.
También me acuerdo de algunos de sus hijo: Manolo Manteca que tanto se enfadaba cuando le decíamos , mantequilla, pan caliente, dieciocho diecinueve y veinte. También se vino a vivir a Barcelona a San ir de Espí, nosotros alguna vez habíamos ido a su casa.
En ese pueblo, fue donde mató el tren a una chica del pueblo, me parece que era pariente de Libania.
También recuerdo a su hermana, creo que era Delfina o Virginia, la que era peluquera y que a mí me dejó marcada para toda la vida, resulta que cuando yo iba a hacer la comunión, con aquellos tirabuzones que entonces se llevaban, me puso en el flequillo un saquito de aquellos que antes usaban las peluqueras y que quemaban tanto, yo no debí de quejarme a tiempo, o no me hicieron caso y el resultado fue una quemadura en la frente.
Otro día os contaré, otras quemaduras que también sufrí de las cuales también tengo las marcas.
Al que también recuerdo bien es a un nieto (Agustín) que vivía en Sevilla, cada año en verano venía al pueblo, cuando era la fiesta siempre se subía al escenario a cantar, no lo hacia mal y le gustaba mucho, si por entonces hubiera habido O.te. Seguro que se habría presentado.
Cantaba muy bien aquella canción, de la Jaca Jerezana.
No quiero cansaros más, así que daros por saludados y hasta el Lunes que volveré a aparecer.
CHARO
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He recordado al señor José el "sordo" que buen artesano era haciendo zapatos. A mi siempre me tenia surtida, recuerdo aquellas botas que casi te llegaban a las rodillas, las cuales iban acordonadas y que necesitaba casi media hora para abrochartelas, con aquellos protectores de hierro que te ponía en la punta para el desgaste de las suelas. ¿Os acordáis? esas eran para el invierno, para el verano teníamos la versión franciscano, (hoy en día Ibicencas) y que tan cómodas eras, y no había más donde elegir. Hoy con tantos modelos como hay, el trabajo es decidirte por uno.
También me acuerdo de algunos de sus hijo: Manolo Manteca que tanto se enfadaba cuando le decíamos , mantequilla, pan caliente, dieciocho diecinueve y veinte. También se vino a vivir a Barcelona a San ir de Espí, nosotros alguna vez habíamos ido a su casa.
En ese pueblo, fue donde mató el tren a una chica del pueblo, me parece que era pariente de Libania.
También recuerdo a su hermana, creo que era Delfina o Virginia, la que era peluquera y que a mí me dejó marcada para toda la vida, resulta que cuando yo iba a hacer la comunión, con aquellos tirabuzones que entonces se llevaban, me puso en el flequillo un saquito de aquellos que antes usaban las peluqueras y que quemaban tanto, yo no debí de quejarme a tiempo, o no me hicieron caso y el resultado fue una quemadura en la frente.
Otro día os contaré, otras quemaduras que también sufrí de las cuales también tengo las marcas.
Al que también recuerdo bien es a un nieto (Agustín) que vivía en Sevilla, cada año en verano venía al pueblo, cuando era la fiesta siempre se subía al escenario a cantar, no lo hacia mal y le gustaba mucho, si por entonces hubiera habido O.te. Seguro que se habría presentado.
Cantaba muy bien aquella canción, de la Jaca Jerezana.
No quiero cansaros más, así que daros por saludados y hasta el Lunes que volveré a aparecer.
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