Doña Charo, espero que este Vd. Mejor de su trancazo, cosa que no puedo comprender que cogiese, ya que siempre tendra a mano aquellos remedios de su docto padre, los cuales eran muy eficaces.
Te habra pasado como aquella portugesa que tenia el hijo enfermo de anginas y se presento en la consulta de su señor padre, que en gloria este; el cual, al ver como tenia la garganta le puso una inyección y le receto unos supositorios, en concreto seis, (uno cada 12 horas)diciendole que volviese a los tres dias.Pasan los tres días se presentan de nuevo y las bolas de arriba le llegaban abajo. Le dice su señor padre: Le puso los supositorios, a lo cual le contesta la portuguesa: Ainda vo por o primeiro. Como le dice Don Antonio, pues no le dije que cada doce horas. Contestación de la portuguesa: Pois Doctor, cada doce horas le "refrego" um poquisinho.- Rodrigo Alonso.
Te habra pasado como aquella portugesa que tenia el hijo enfermo de anginas y se presento en la consulta de su señor padre, que en gloria este; el cual, al ver como tenia la garganta le puso una inyección y le receto unos supositorios, en concreto seis, (uno cada 12 horas)diciendole que volviese a los tres dias.Pasan los tres días se presentan de nuevo y las bolas de arriba le llegaban abajo. Le dice su señor padre: Le puso los supositorios, a lo cual le contesta la portuguesa: Ainda vo por o primeiro. Como le dice Don Antonio, pues no le dije que cada doce horas. Contestación de la portuguesa: Pois Doctor, cada doce horas le "refrego" um poquisinho.- Rodrigo Alonso.