claro que me lo creia, ahora tengo un libro de todas esas istorias y tambien tengo un candil y un cencerro de las ovejas de mi padre y con segui una llave de las puertas porque ya pocas quedan.
Y yo me creia que los niños venian de los tejados con la cigueñas qué los traias con el pico, ibamos a ver a las madres con los recien nacidos en cama, y olian a jabón de Heno de Pravia, ¡que bien olia! ¡qué ignorantes eramos como lo decian nos los creiamos! Yo me daba cuenta de las barrigonas de las madres, y le decía a la mia que los niños venian de la barriga de ellas, no querian que supieramos nada, y ahora nos quedamos en pelota de las hijas. Es normal y natural.