No Mari, a estás horas a las 9 de la mañana estaba yo pegando bote, y con los ojos bien abiertos y corriendo más que una liebre, me tenia que ir al otro trabajo, he llegado a las 3 de la tarde, y me he puesto a comer y leyendo los mensajes en la sobremesa del ordenador tranquilitamente, ya tenia mi madre la cocina recogida, y ahora me apetece un café y un cigarro.