Hola Polín.
¿Qué tal estás?
Por varias razones que ahora no voy a explicar, ni entrar en detalles, ¡no sabes cuanto me alegro que me hayas mandado éste
mensaje!
Me parece que solo te conozco de haberte visto alguna que otra vez en el
pueblo, pero no muchas. Creo que no he hablado personalmente nunca contigo, si no es así, me corriges. Pero como dice el dicho, nunca es tarde si la dicha es buena, o más vale tarde que nunca. ¿No crees?
Pero si eres hijo de polo, y eres igual que el, por lo que
... (ver texto completo)