Doy por hecho que éste relato no es más que una parte del libro, próximo a publicar, que nos permitirá ser partícipes (cómodamente sentados) de tan azarosas y agotadoras aventuras. Ánimo y no os cortéis un pelo a la hora de narrar vuestros avatares por ésas carreteras. (Posdata: Comédme bien, que me han dicho que éso de la bici desgasta una barbaridad) Abrazos.