Bueno Antonia, hace ya tiempo, cuado era más joven me presenté en alguna ocasión a programas de cante, entre ellos “lluvia de estrellas”, pero son miles los que lo hacen, sabes, a todos no los pueden escuchar, es imposible. Te prometo que hay unas colas interminables y los que tienen la oportunidad de demostrar algo cantando es como al que le toca la lotería. Yo ya soy mayor y los eligen más jóvenes. Sigo cantando, porque no hay quien me haga callar ni debajo del agua, porque para eso no hay edad, pero lo hago para mí mismo, y eso me estimula y me da ánimos y fuerzas a seguir viviendo con ilusión, porque como dice el dicho: “el que canta, su mal espanta”. Esto es una condición innata, como al que le gusta el futbol, o el ciclismo o cualesquier otra cosa. De vez en cuando, (pero ya cada vez menos) voy a cantar a un Karaoke y me quito “el mono”. En una ocasión, me gravé en el karaoke un CD con canciones con música incluida de algunos cantantes de los que me gustan y por ahí debe de estar perdido en algún rincón de mi casa.
¿Qué si tengo los pelos largos? ¡Que va!, ¡que va! Si es que ya no tengo pelos. Ya no los tengo ni en la lengua. Ya estamos en la edad de “los carrozas”. A la que nos parecía que nunca íbamos a llegar. Y dando gracias, porque otros desgraciadamente se quedaron en el camino. Así que a lo que a nosotros se refiere, daremos gracias.
¿Qué si tengo los pelos largos? ¡Que va!, ¡que va! Si es que ya no tengo pelos. Ya no los tengo ni en la lengua. Ya estamos en la edad de “los carrozas”. A la que nos parecía que nunca íbamos a llegar. Y dando gracias, porque otros desgraciadamente se quedaron en el camino. Así que a lo que a nosotros se refiere, daremos gracias.