VILLANUEVA DE LA SERENA: Voy a tomarme un respiro... estoy en pleno ataque de...

Voy a tomarme un respiro... estoy en pleno ataque de nostalgia. Volveré.

Pepín, te recuerdo; un fuerte abrazo; te mandaré mi correo. Aquellos partidos de fútbol eran apasionantes...
Bermejo, - ¿no era así como te llamábamos?- ¿cómo no iba a recordarte? Tengo un recuerdo muy fiel de tu rostro, de tu bici, de las capas de abrigos con las que llegabas a clase y de aquellos bocadillos que te metías para el cuerpo. Un abrazo muy afectuoso. Me asomaré por aquí a menudo. Saluda a Pino, al que recuerdo con toda claridad.

¿D. Teófilo sigue por Villanueva? Esa es una gran noticia. Iré a verle cuando acaben las clases. Siempre estaré muy agradecido a aquellos profesores. Uff...! De nuevo la nostalgia.

Efectivamente, yo era Bermejo. Y tú aquel niño de pelo rizado, ojos azules, serio hasta para jugar (cómo corrías las bandas), qué responsable eras Juan. Eras ordenado hasta lo enfermizo, en los apuntes, con todas tus cosas. Recuerdo cómo incluso regañabas a los más díscolos, cuando el profesor explicaba en clase: ya tenías alma y madera de docente.

Me asaltan los recuerdos y la pantalla se me antoja borrosa, así son los ataques de nostalgia. Cómo olvidar a don Sebastián: "Hueles a calabaza, chato"; a don Leandro (qué ímpetu y qué güevos tenía aquel tío) me lo encontré de Secretario Gral. en la Universidad de Zaragoza, acaba de fallecer el buen hombre: "2000 años antes de Jotacé", se permitía decir en aquellos tiempos. Y don Teófilo Hdez. (soltero de oro, socialista honesto, hombre generoso), le recuerdo en sus lapsus con las primeras integrales "Uy, Uuuy: mirar a ver". Me estaría escribiendo, todas cosas buenas, esta noche entera para compartirlas contigo, querido Juan.

Recuerdo, nítidamente, incluso cuando te enamoraste de aquella chica morena de ojazos negros, vestido amarillo: fue impactante. Ibas de su mano, serio y seguro, como siempre fuiste, tan joven y emparejado me decía yo. Aunque tú me sacabas a mí tres años, debes de haber hecho ya los 65.

Debo cortar, porque los empachos son malos. Si quieres seguir contactando conmigo, y con otros, hazlo en "Mensajes de la Haba" preferentemente. Bueno, como lo quieras hacer. Ojalá, algún día nos veamos saboreando un buen vino y charlando de aquel mundo.

Con todo mi afecto, un fuerte abrazo. ... (ver texto completo)