¡Chamizo! Qué alegría saber de ti! Son muchos los recuerdos que de golpe aparecen y no es fácil ponerlos en orden, y en casi todos ellos estás por medio. Tenía por ti un gran afecto y una cierta y secreta envidia por la zurda que tenías jugando al fútbol... ¿Te acuerdas de aquellos "uno contra uno" que nos metíamos para el cuerpo jugando al baloncesto? Te he recordado muchas veces -y no por lo que dices del préstamo, del que no tengo la menor idea- y espero y deseo que vayas pasando por la vida, entre recuerdos y nostalgias ya tan lejanos, sin que la misma deje de proporcionarte salud y toda la suerte del mundo. Un fuerte abrazo