Villarta es uno de esos pueblos que merece la pena visitar. Su entorno natural es una maravilla y entre los villarteños nadie es extraño. Es un verdadero paraiso para los aficionados a la caza, pesca y para todos aquellos a los que les gusta pasear por el campo y disfrutar de la naturaleza. Algunos diran que es un pueblo perdido de Dios, con carreteras que parecen como dicen por allí, una "culebra harta sàpos" pero a mi, como a muchos de los que somos de allí y vivimos lejos, nos da un vuelco el corazon cuando rodeas la primera curva y ves el pueblo aparecer a lo lejos.