El 3 de junio de 1931, durante la Segunda República, fue declarado
monumento histórico-
artístico perteneciente al tesoro nacional, mediante un decreto publicado el día siguiente en la Gaceta de
Madrid, con la rúbrica del presidente del Gobierno provisional, Niceto Alcalá-
Zamora, y del ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Marcelino Domingo. En la actualidad cuenta con el estatus de bien de interés cultural.