El
Palacio de los Duques de
Feria fue construido por Lorenzo II Suárez de Figueroa, II Señor y I Conde de Feria en 1437 en un tiempo récord, pues tan solo necesitaron 6 años. En su construcción, el
edificio se planifica como una residencia señorial. La entrada al alcázar se sitúa intramuros y ante ella se extendía la
plaza de Armas. De trazas góticas, su decoración responde al gusto mudéjar y extramuros muestra un aspecto fiero y más solemne.