Bajo los farallones de la
Sierra del Castellar y sobre um amplio y suave
valle, se encuentra esta bella localidad, cuya fundación fue citada por la
historia, señalándola como la antigua Segeda, habitada por tribus lusitanas. Con la caida del Califato de
Córdoba, quedó entre los reinos de
Badajoz y
Sevilla, conservando en lo alto de la sierra un
castillo, del que hoy solo quedan exiguos restos.