Su nombre actual se deriva del árabe Safra y su gentilicio, distingue a sus habitantes como segedanos. Alfonso IX de
León la conquista em 1229, aunque la perdió poco después, siendo en 1241 cuando los ejércitos de Fernando III el
Santo la incorporan definitivamente a la corona de
Castilla y León. El
casco antiguo conserva
monumentos muy interesantes, entre los que destacan el Alcázar, las
Plazas Grande y Chica y su
Colegiata.