La ornamentación es aún más austera que en la fase inicial a causa de las dificultades económicas que se arrastraron a lo largo de todo la construcción del templo. La nave se ilumina con cuatro
ventanales similares a los del crucero y cabecera y un óculo en la zona del
coro alto, coro que o nunca llegó a construirse o fue derribado cuando la
iglesia se convirtió en
Colegiata.