El enclave, muy disputado por su estratégica localización, tras ser ocupado definitivamente por Fernando III en 1.241, quedó integrado en el alfoz de
Badajoz, con categoría de aldea, hasta su donación en 1.394, junto con
Zafra y
La Parra, a Gómez Suárez de Figueroa. Aspecto que no puede ser pasado por alto, y consustancial con la
tradición mercantil de la ciudad, es su tradicional
Feria de
Ganado de
San Miguel.