El origen de este acontecimiento, inseparable de
Zafra, data de 1453, siendo Juan II el que la concede, aunque previamente Zafra ya gozaba de dos
mercados semanales, concedidos, uno en 1380 por parte de Juan I y otro por
San Juan en 1395. La
Feria de San Miguel es confirmada sucesivamente, en 1490 por los Reyes Católicos; 1510 por la reina Juana, y 1709 por Felipe V, que la concedió a perpetuidad.