Detrás de cada gran hombre, siempre hay una gran mujer.
Corre por ahí un chiste, que dice que fueron Obama y su mujer a comer a un buen restaurante y resultó que el dueño era un antiguo novio de la señora Obama, entonces el presidente le dijo a su mujer, mira, si te hubieses casado con el, ahora serías la dueña de este restaurante, y le contestó la señora, si me hubiese casado con el, ahora sería él, el presidente.
Corre por ahí un chiste, que dice que fueron Obama y su mujer a comer a un buen restaurante y resultó que el dueño era un antiguo novio de la señora Obama, entonces el presidente le dijo a su mujer, mira, si te hubieses casado con el, ahora serías la dueña de este restaurante, y le contestó la señora, si me hubiese casado con el, ahora sería él, el presidente.