Y las sábanas tenían que durar como las pilas duracel, que había que llevarlas al río a lavar, y en invierno no creo que se pudiese hacer con mucha frecuencia.
Para risa la que le daba a mi madre cuando vivíamos en
Francia, pallá por los nortes, en
invierno se colgaban las sábanas y al poco rato estaban completamente
heladas, si intentabas recogerlas se rompían, estaba la cosa como para mancharlas muy a menudo.