La verdad que fatal, mi espalda no aguanta tanto tiempo ordeñando, y vengo hecha unos trapos, no se si será hasta que se acostumbre o es que cada año estoy peor, como no me acaban de llamar para la resonancia, pues aquí estoy, sin saber. Ana..., ¿que tal te ha ido en la sauna?, ¿ya rinden bien las ovejitas?.
Un beso amiga. no se por que me da que son las ovejas de mi padre en la finca del tati.