
Tuve la suerte de ver a un amigo ya muerto, recitar de memoria un viejo libro de poesías extremeñas, editado en 1920 y le pedí a su hijo que me lo fotocopiase, y tengo un libro en el habla extremeña, que posteriormente se llamó Castuo.
Ahí va un cachino
No puedu más, me ajogan estas cosas;
¿pa qué quieru avival la lumbre ésta
si él no ha de venil a calentalsi
con la maera que cortó en la sierra?
No ha de venil como los tiempos antis
riyéndusi al entral por esa puerta
y jorgulloso de tenel los trigos
sin el cachu de yerba.
Amor eterno
Ahí va un cachino
No puedu más, me ajogan estas cosas;
¿pa qué quieru avival la lumbre ésta
si él no ha de venil a calentalsi
con la maera que cortó en la sierra?
No ha de venil como los tiempos antis
riyéndusi al entral por esa puerta
y jorgulloso de tenel los trigos
sin el cachu de yerba.
Amor eterno