Hay que cosas dices, que yo soy de otra generación, yo no quiero las igualdades que se dicen por ahí, pero resulta que las que no quiero son las que tengo y las que me gustaría tener son difíciles.
El hombre y la mujer son distintos, son complementarios, son iguales en cuanto a personas, nadie es mas que nadie, eso es lo difícil.
Pero me toca cargar con un saco de cemento, con un carretillo lleno de masa, con un bloque de hormigón y pegarlo en una pared, porque somos iguales, pues yo no quiero esa igualdad, que la fuerza no es la misma, pero como no hay otra coas, pues eso, ajo y agua.
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