La vida es un viaje solo de ida, con montones de estaciones, donde unos suben y otros bajan, unos se van y otros se quedan y nunca sabemos cual es la última parada.
Por eso hay que vivir el viaje como si cada parada fuese la última, pero de una manera natural, intentando que cuando hayamos llegado al destino, alguien nos recuerde con una sonrisa, pensado, era buena gente.
Pero mientras viajemos en el mismo vagón, intentemos ser felices, acojamos al nuevo año con fuerza, porque será difícil, bueno, un agujero mas al cinturón y a tirar pa lante, que no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista.
Por eso hay que vivir el viaje como si cada parada fuese la última, pero de una manera natural, intentando que cuando hayamos llegado al destino, alguien nos recuerde con una sonrisa, pensado, era buena gente.
Pero mientras viajemos en el mismo vagón, intentemos ser felices, acojamos al nuevo año con fuerza, porque será difícil, bueno, un agujero mas al cinturón y a tirar pa lante, que no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista.