Ayer por la noche no pudo ser, llegamos a casa a las 22h45 de vuelta de la Feria del caballo en Golegã (Portugal), muy cansados de tanto andar durante 7 horas, aquello era un tumulto de gente, en algunas zonas del recorrido ferial había que hacerse paso a base de empujones tal era la densidad del personal allí congregado, la cantidad de equinos que se reunieron en la feria era considerable, los había por todas partes, jinetes, carruajes para el paseo, cada uno de ellos luciendo su saber hacer, verdaderamente impresionantes y muy bien presentados, en realidad "El Paraíso de los Caballistas", por desgracia nosotros entendemos muy poco de todo eso y posiblemente no lo apreciamos en su justa medida, así todo nos lo pasamos muy bien a pesar de que el tiempo no acompañó demasiado.