VÁMONOS AL PUEBLO!
Ya estoy contando los días, los segundos, los minutos y las horas para decir a los míos… vámonos al pueblo!. La carretera termina en aquel lugar... Es muy acogedor sentarnos todos juntos en la mesa camilla del salón a calentarnos con el rico y a la vez peligroso brasero. Había y sigue habiendo casas medio derruidas donde de pequeños soñábamos con ser investigadores o exploradores, corriendo, saltando de ruina en ruina, escondiéndonos…En las noches de verano se siguen apreciando con total claridad montones de estrellas y algunas constelaciones. Al oscurecer nos gustaba alejarnos del pueblo y esperar en silencio agazapados a que algo ocurriera, quizás a la espera de ver pasar algún platillo volante. La verdad es que solo escuchábamos los cánticos de los grillos y los ruidos de alguna lechuza pero con nuestras linternas en la oscuridad nos íbamos sugestionando. Ahora aunque mis abuelos ya no están seguimos yendo a tomar el sosiego que el pueblo nos brinda. valoramos mucho la tranquilidad.. Desconectamos de todo, apenas miramos el reloj y respiramos aire puro. Es por eso que al menos una vez al mes les digo a los míos… venga, vámonos al pueblo!....
Que recuerdos!... Muxus para todos.. Buenas noches..
Ya estoy contando los días, los segundos, los minutos y las horas para decir a los míos… vámonos al pueblo!. La carretera termina en aquel lugar... Es muy acogedor sentarnos todos juntos en la mesa camilla del salón a calentarnos con el rico y a la vez peligroso brasero. Había y sigue habiendo casas medio derruidas donde de pequeños soñábamos con ser investigadores o exploradores, corriendo, saltando de ruina en ruina, escondiéndonos…En las noches de verano se siguen apreciando con total claridad montones de estrellas y algunas constelaciones. Al oscurecer nos gustaba alejarnos del pueblo y esperar en silencio agazapados a que algo ocurriera, quizás a la espera de ver pasar algún platillo volante. La verdad es que solo escuchábamos los cánticos de los grillos y los ruidos de alguna lechuza pero con nuestras linternas en la oscuridad nos íbamos sugestionando. Ahora aunque mis abuelos ya no están seguimos yendo a tomar el sosiego que el pueblo nos brinda. valoramos mucho la tranquilidad.. Desconectamos de todo, apenas miramos el reloj y respiramos aire puro. Es por eso que al menos una vez al mes les digo a los míos… venga, vámonos al pueblo!....
Que recuerdos!... Muxus para todos.. Buenas noches..