Yo me refiero al
huerto de La Cofradia que estaba en el
camino de
garrovillas. Yo me acuerdo cuando era chico que sacaron una
noche al
Cristo de la Cañada y vino una
tormenta trujillana y desde la
Plaza se tuvieron que volver los hombres empapaitos de
agua. Vaya la que les gastó el Cristo.