La climatología extremeña no favorece precisamente la existencia de permanentes corrientes de
agua. El Diccionario de Madoz asimismo identifica algunos
molinos de parada, señalando incluso las causas de esta peculiaridad. Así, en
Acehuche había «1 sólo en
invierno, con dos pequeñas muelas, en la rivera de Fresneda»;.