Esa historia de castorín me la contó tío Pedro Silva, el padre de Adolfo Silva. Cuantas cosas sabía aquel hombre. Me encantaba hablar con él porque a pesar de que cuando lo conocí ya era bastante mayor nunca perdio el tino. Lástima que toda su sabiduría no quedara reflejada en ningún libro, pero merecería la pena leerlas.
Mateo. En este lugar mataron a Castorín. Esta si que es una foto típica.