Obsérvese cómo está el tejado del barracón, y no habían pasado más de dos inviernos desde que se hicieron, debajo estaba el falso techo de cartón abombado y más abajo, encima de las camas, las palanganas los días que llovía ¡Qué penurias!
Un abrazo. Mi prima Vicenta (primer plano), bien guapa; Santiago "repela" y mi primo Martín (los niños del 2º plano de la izq.); y aunque no me veo muy cerquita de los músicos, entre la chiquería, estaría.