a mi maestro extremeño
Por maestro, por “padre”, por amigo,
te dedico este lírico homenaje:
un poema compuesto con bagaje
de recuerdos, vivencias... que bendigo.
Me sembraste, maestro, la semilla
del cultivo ideal, que es la cultura,
en parcelas mentales con ternura,
con el lápiz, la goma, la cartilla...
Dirigiste mis pasos inmaduros
por las sendas angostas de las frases
y, al compás de tus pasos y tus clases,
fui ganando horizontes más seguros.
te dedico este lírico homenaje:
un poema compuesto con bagaje
de recuerdos, vivencias... que bendigo.
Me sembraste, maestro, la semilla
del cultivo ideal, que es la cultura,
en parcelas mentales con ternura,
con el lápiz, la goma, la cartilla...
Dirigiste mis pasos inmaduros
por las sendas angostas de las frases
y, al compás de tus pasos y tus clases,
fui ganando horizontes más seguros.