Sólo el pie de mi te alabo,
salvo que es de mala hechura,
salvo que es muy ancho, y salvo
que es largo y salvo que suda.
Este soy pintiparado,
sin lisonja hacerme alguna;
y, si así soy a mi vista,
¡ay, Dios, cuál seré a la tuya!
Dejemos en este estado
mi levantada figura
y vamos, de mis progresos,
a la innumerable chusma;
que hoy, en tu servicio, tengo
de cejar hasta la cuna
la memoria de mis años;
¡oh, no me aflige, entre burlas!
salvo que es de mala hechura,
salvo que es muy ancho, y salvo
que es largo y salvo que suda.
Este soy pintiparado,
sin lisonja hacerme alguna;
y, si así soy a mi vista,
¡ay, Dios, cuál seré a la tuya!
Dejemos en este estado
mi levantada figura
y vamos, de mis progresos,
a la innumerable chusma;
que hoy, en tu servicio, tengo
de cejar hasta la cuna
la memoria de mis años;
¡oh, no me aflige, entre burlas!