ALAGON DEL RIO: Como Espárragos y Fresas...

Como Espárragos y Fresas

De las muchas ideas estúpidas que se les pueden ocurrir a los habitantes de la Huerta, la de trabajar es la mayor. Claro está que nunca falta alguna nueva mala idea que venga a rivalizar con ella.
Eso mismo ocurrió una tarde en la que llegó una propuesta de los Espárragos Blancos y de las Fresas, esta propuesta no era más que la de pedir permiso para celebrar un concurso de belleza. Son de esos tipos de pruebas que, a veces, proponemos porque nosotros nos vemos muy capaces de ganarlas. No se puede discutir que un Espárrago Blanco es más bello que un Triguero, ¿o sí?
El caso es que tanto Espárragos Blancos como Fresas querían celebrar un concurso de belleza, creyéndose los más bellos, y por tanto, los legítimos ganadores.
Desestimamos llamar a la famosa psiquiatra Doña Doctora Papa, entre otras cosas, porque no queríamos escuchar sus laaaargas explicaciones. Así que lo achacamos a que los primeros calores habían afectado en demasía tanto a Fresas como Espárragos.
Como nunca falta un motivo para la fiesta, en la Huerta se acordó celebrar el susodicho concurso.
Al más feo se le daría el Premio Desierto, que como fácilmente habrán averiguado, es un premio muy impopular entre los distintos tipos de Flora.
La fiesta transcurrió bien. Como maestro de ceremonias estaba Cecilio el Caracol. Todo el mundo llevaba puesta una cinta con su nombre y color, para que fuesen votando con conocimiento de causa.
Finalmente, Cecilio fue tan lento con las derivaciones, que tuvieron que ayudarlo.
Las Fresas y los Espárragos no estaban muy de acuerdo con que el premio fuese para el más feo y para ellos nada. Pero después del atracón de Agua clara que llevaban, ya, ni les importaba premio ni sabían cómo alguna vez pudo importarles cosa más estúpida.
Al final, los jueces elevaron su veredicto irrevocable, el más feo es... el Hortelano, y en su defecto, la Hortelana.