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RAMON CAMPOAMOR
Nació una Enredadera ---En un pueblo como el nuestro---
Al pie de un alcornoque descarnado;
Vistóle de manera
Que fue en la primavera, ----Epoca de elecciones---
Siendo un bodoque ruin, blasón del prado.
Como propios primores
Lucía el corcho vil ajenas galas,
Siendo con tantas flores
Envidia de pastores
Y blanco del amor de las zagalas.
¿Oh, qué árbol tan florido
-Decían -; qué gentil, que primoroso!
Elogio merecido,
Pues, gracias al vestido,
Por Dios que el Alcornoque estaba hermoso.
Mas llegaron sin cuento
Del otoño las ráfagas sonoras, ---Pues eso de aqui a unos meses---
Y soplando violento
Dejó Alcornoque el viento
Al que el ídolo fue de las pastoras.
¡Cuántas de esta manera
Elvira, adoran a un galán bodoque,
Y hasta que el aura fiera ---hasta que se siente en su trono---
Lleva la enredadera,
No advierten que han amado a un alcornoque!
JUAN E. HARTZENBUSCH
El muchacho y la vela
Dijo una vez a la encendida vela
un chico de la escuela:
-Yo quiero, como tú, lucir un día.
La vela respondió: La suerte mía
sólo es angustia y humo.
Brillo, sí, mas brillando me consumo.
Nació una Enredadera ---En un pueblo como el nuestro---
Al pie de un alcornoque descarnado;
Vistóle de manera
Que fue en la primavera, ----Epoca de elecciones---
Siendo un bodoque ruin, blasón del prado.
Como propios primores
Lucía el corcho vil ajenas galas,
Siendo con tantas flores
Envidia de pastores
Y blanco del amor de las zagalas.
¿Oh, qué árbol tan florido
-Decían -; qué gentil, que primoroso!
Elogio merecido,
Pues, gracias al vestido,
Por Dios que el Alcornoque estaba hermoso.
Mas llegaron sin cuento
Del otoño las ráfagas sonoras, ---Pues eso de aqui a unos meses---
Y soplando violento
Dejó Alcornoque el viento
Al que el ídolo fue de las pastoras.
¡Cuántas de esta manera
Elvira, adoran a un galán bodoque,
Y hasta que el aura fiera ---hasta que se siente en su trono---
Lleva la enredadera,
No advierten que han amado a un alcornoque!
JUAN E. HARTZENBUSCH
El muchacho y la vela
Dijo una vez a la encendida vela
un chico de la escuela:
-Yo quiero, como tú, lucir un día.
La vela respondió: La suerte mía
sólo es angustia y humo.
Brillo, sí, mas brillando me consumo.