Se acercan los Reyes Magos, con su lento pero inexorable andar, llegan en momentos de zozobra y desilusión, pero solo con oir su nombre algo se activa y todo se llena de magia y expectación. Me vienen a la memoria, con fuerza y cargados de nostalgia, aquellos maravillosos momentos de la infancia, donde no dormíamos, nerviosos ante los regalos futúros, aquella emoción indescriptible junto con mis hermanas cuando por fin teniamos en las manos, ellas sus muñecas y carritos y yo aquel maravilloso jeep de la segunda guerra mundial que lanzaba cohetes y que mi padre en un descuido se había sentado encima y estropeó una rueda, pero no importaba, le pusimos una de corcho y aquello me tubo entretenido meses. Que se quiten los móviles, los videojuegos, los PCs y las zapatillas de marca de ahora, y volvamos a recuperar la explosión de alegría de antes, ante lo excepcional de regalarnos algo durante el año por lo limitado del presupuesto de nuestros padres. Que este año los Magos de Oriente vengan supercargados de todo lo que habeis pedido o soñado. Buenas noches Alagón donde quiera que estéis.