Una vez más te pasas de listo y no eres objetivo. Tu opinión cuenta, como la de cada uno de nosotros, pero no es la verdad absoluta y tu lo sabes. No voy a entrar a valorar a las personas pues llevan dos días en el cargo y ya os los quereis cargar. Cuando se piensa así, todo lo que se haga está mal. Daremos un tiempo para comprobar lo que dan de sí y entonces, con hechos y con realidades, opinaremos pero no juzgaremos, porque no somos jueces y mucho menos, pera dictar sentencias como haces tu habitualmente. Cada uno cuenta la feria según le va, como apuntó Elmaestro, pero siendo objetivos, no se diferencian de las de otros años. La gente cuando quiere divertirse, se divierte. Los eventos han estado como siempre, dejando claro que la afluencia de público forastero a los toros se ha visto incrementada notablemente, pero yo no sé si eso es bueno o malo, para mí es indiferente. En cuanto a la madurez, al sentido del buen hacer y a la colaboración ciudadana en algunos eventos, se puede poner un notable alto, aunque siempre hay notas discordantes y jefas de antiguos gabinetes que se atreven a humillar en público a personas que actúan de buena fe, y eso me parece lo más detestable y barriobajero que ha ocurrido en las fiestas. Al final se impuso la cordura, pero de esto nos quedan más episodios. Lo grave es que los presentes se callen, otorguen y agachen la cabeza, aunque después se hiciera lo que se debía.
Por cierto, si es verdad lo de que se han gastado la mitad que el año pasado y no digamos lo de años atrás, las fiestas han estado más que bien y es que de lo que se trata es de optimizar recursos, no de derrochar para comprar conciencias ajenas y enltecer el propio ego, porque lo que se consigue con dinero, por dinero se pierde.
Sólo me queda pensar en las promesas electorales y comprobar si el alcalde cumplirá aquella de devolver los festejos taurinos a su lugar de origen, porque, dicho sea de paso, la plaza de toros es incómoda.
Buenos días Alagón, donde quiera que esteis.
Por cierto, si es verdad lo de que se han gastado la mitad que el año pasado y no digamos lo de años atrás, las fiestas han estado más que bien y es que de lo que se trata es de optimizar recursos, no de derrochar para comprar conciencias ajenas y enltecer el propio ego, porque lo que se consigue con dinero, por dinero se pierde.
Sólo me queda pensar en las promesas electorales y comprobar si el alcalde cumplirá aquella de devolver los festejos taurinos a su lugar de origen, porque, dicho sea de paso, la plaza de toros es incómoda.
Buenos días Alagón, donde quiera que esteis.