Mi abuelo Braulio Palomar fue secretario del ayuntamiento hace cincuenta años años. Mi padre, Julio Palomar, era su ayudante. Hace dos años fui a ver el pueblo del que tanto me habían hablado y lo encontré maravilloso. Me hizo mucha ilusión ver el el ayuntamiento donde tantas horas pasaron. Infinitas gracias por el buen trato que me dieron todos. Un amigo de Barcelona.