Las Autoridades eclesiasticas aprueban un Decreto en 1734, para que en cada comunidad cristiana se levante un monumento que recuerde el calvario, la crucifixión y muerte de Jesucristo para redimir a los hombre en la tierra. Estara formado con tres Cruces que represente al BUENO, al PECADOR y en el centro la Cruz más alta de Nuestro Señor Jesucristo, en Albalá se levanta a extramuros del poblado orientado a la tierra Santa.