Es una de las
puertas que queda en pie del recinto
amurallado. Debe su nombre a la
capilla que había sobre ella. La
puerta se abre en un profundo
arco de medio punto, prolongado en tres tramos rectos, cubiertos con
bóvedas de aristas. La parte alta es actualmente una habitación, en la que destaca una
hornacina hoy convertida en
ventana de gusto barroco. Bajo ella se sitúa el
escudo de Felipe III, rodeado por el Toisón de oro con las armas de
España y
Portugal.