alguno estuvo hace unos veinte años en la batalla de melones que se organizó en la puerta de la churrería una mañana tras verbenas y vaquilla del aguardiente, aquello fué bestial no la tomatina de buñol, también echo de menos el churro con el que amanecía trajano en todas las fiesta, si el pobre hablara, lo que habrá visto con esos ojos. el miércoles voy pal pueblo gracias a dios puedo seguir yendo muy a menudo pa que mi niña le coja al menos parte del cariño que yo le tengo.